Glorioso San Judas Tadeo,
bendito apóstol, amigo y fiel compañero
de nuestro Señor Jesucristo,
junto al cual vives por toda la eternidad
disfrutando de su gloria y resurrección:
Tu presenciaste su pasión y muerte
y compartiste con María Santísima y los Apóstoles
la amargura, el dolor y la soledad
que queda en los corazones humanos
al ausentarse un ser amado,
querido, familiar o amigo,
y por eso recurro a ti hoy,
suplicándote tu intercesión
en este momento de tribulación
en el que he perdido a__________
(nombre del difunto)
quien ha partido al encuentro con el Señor.