Yo, aquí y ahora,
invoco la sublime influencia
del bendito San Marcos de León,
Evangelista de Jesucristo, Nuestro Señor,
con el propósito de que calme y amanse,
Humille y Domine.
Al hombre perro,
al hombre bravo, le digo:
Hinca tu rodilla
y pon tu barba contra el suelo
porque antes de que tu nacieras
nació el hijo de DIOS.
Hambre tenía y de comer me dio,
frío tenía y me cobijó,
miedo tenía y me protegió.
Invoco al bienaventurado evangelista,
a San Marcos de león
para que amanse de pies,
manos y corazón
a ( el nombre de la persona )
Así como amansó al león
y a las otras fieras del monte,
yo te conjuro,
vena por vena,
nervio por nervio,
conjurándote te reduzco a mi
( tu nombre )