¡Oh glorioso Príncipe celestial!
San Miguel, Arcángel de Dios,
a quién su gloria fidelidad y valor
preceden a su nombre:
Quien mejor que tú conoce,
Quien mejor que tú conoce,
llegada la hora del hombre
lo angustioso y terrible ha de ser
comparecer ante el Tribunal Divino
comparecer ante el Tribunal Divino
para dar cuenta de sus actos,
y ser favorecido o castigado
de acuerdo con la justicia
de Nuestro Padre Celestial.
Tú eres quien introduce las almas
que han sido acompañadas hasta allí
Tú eres quien introduce las almas
que han sido acompañadas hasta allí
por tus santos ángeles.
Tú asistes al juicio de cada alma.
Vigilas la divina balanza
Tú asistes al juicio de cada alma.
Vigilas la divina balanza
que determinará el peso
de las buenas y malas obras
de las buenas y malas obras
y escuchas la sentencia final.
Hoy recurro con toda mi humildad a ti,
para solicitar tu ayuda y obtener
una sentencia favorable de la justicia,
aquí en la tierra.
Disipa en mí,
Disipa en mí,
todo temor ante el tribunal
que ha de juzgarme,
para que pueda yo
que ha de juzgarme,
para que pueda yo
expresarme con firmeza y claridad.
Claridad también te pido para el tribunal,
para que sepan juzgarme con benevolencia,
con justicia y con equidad.
Lléname de confianza
Claridad también te pido para el tribunal,
para que sepan juzgarme con benevolencia,
con justicia y con equidad.
Lléname de confianza
en la Divina Misericordia,
e indúceme a producir obras
que me aseguren una sentencia favorable.
Oh Arcángel Miguel,
e indúceme a producir obras
que me aseguren una sentencia favorable.
Oh Arcángel Miguel,
Príncipe de la Milicia Celeste,
alcánzame un juicio favorable.
Que así sea y será
alcánzame un juicio favorable.
Que así sea y será
San Miguel archangel ayuda a mi Hijo Ricardo M. intercediendo ante dios nuestro señor x su pronta libertad I tu protegemelo a el I a su Herman de todo demonio k trite de hacker les daño cuidalos con tu espada I alejalos del peligro AMEN
ResponderEliminarGracias por tan hermosa oración en momentos en el que necesitamos gran fuerza espiritual.
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