Glorioso San Francisco Javier,
lleno de amor y caridad a tus semejantes,
junto contigo y con el mayor respeto y amor,
adoro a la Divina Majestad
y con inmensa alegría
le agradezco los maravillosos dones
que te concedió durante tu vida
y que hizo que Dios agregara a su Iglesia
tantas naciones por tus predicaciones
y por los numerosos milagros realizados,
en justicia por ello ahora gozas
de lugar privilegiado en el cielo.
Ante ti comparezco para hacerte una súplica
y que me obtengas con tu poderosa intercesión
la gracia de vivir y morir santamente.
Te ruego hoy, que me consigas
la petición que toda mi devoción te hago,
misión fácil para ti, la que te solicito,
pero de enorme dificultad para mí,
y que no consigo resolver por mi mismo,
por lo que me causa mucha desdicha
y un hondo pesar que me atormenta.
Yo sé que viniendo por tu intercesión,
y por el gran favor que gozas ante Dios
me será concedida a la mayor brevedad,
y aunque ya posees toda mi devoción,
mi afecto y veneración por ti
serán por toda mi vida.
Pero, si lo que pido no ha de ser
para mayor gloria de Dios
y mayor bien de mi alma,
alcánzame tú lo que para mi
sea más conveniente,
pues mi confianza en ti
es infinita y jamás dudaré de tu decisión.
Por nuestro Señor Jesucristo,
que vive y reina contigo
por los siglos de los siglos.
Amén.
(Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria).
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