Eres, bendita Santa Cecilia,
gloriosa Virgen que diste tu vida
en martirio por amor a Dios,
modelo de esposa fidelísima de Jesús,
y hoy a ti recurro, con fe y esperanza,
mírame aquí postrado hoy
humildemente ante ti, a tus pies.
Solo soy un pobre pecador
que vengo a implorar tu poderosa intercesión
ante Jesús a quien tanto amas,
pues con ella, seguro estoy de que escuchará
con agrado mis lamentos y súplicas,
junto con un verdadero
arrepentimiento de mis pecados,
un propósito eficaz de enmienda
y una heroica fortaleza para confesar
y defender la fe que he profesado.
gloriosa Virgen que diste tu vida
en martirio por amor a Dios,
modelo de esposa fidelísima de Jesús,
y hoy a ti recurro, con fe y esperanza,
mírame aquí postrado hoy
humildemente ante ti, a tus pies.
Solo soy un pobre pecador
que vengo a implorar tu poderosa intercesión
ante Jesús a quien tanto amas,
pues con ella, seguro estoy de que escuchará
con agrado mis lamentos y súplicas,
junto con un verdadero
arrepentimiento de mis pecados,
un propósito eficaz de enmienda
y una heroica fortaleza para confesar
y defender la fe que he profesado.
y morir en esta santa fe,
como también las gracias especiales
que necesito para vivir con dignidad,
y liberado de angustias y opresiones.
(Hacer fervorosamente una petición)
Escucha y alcánzame mi súplica,
oh virgen poderosísima,
y concédeme también la gracia
de vivir santamente, sin pecar,
para que merezca gozar un día
de la eterna bienaventuranza
en la gloria contigo y así poder agradecerte
los favores que me concediste
cuando necesité tu amparo y protección.
Así sea.
(Hacer fervorosamente una petición)
Escucha y alcánzame mi súplica,
oh virgen poderosísima,
y concédeme también la gracia
de vivir santamente, sin pecar,
para que merezca gozar un día
de la eterna bienaventuranza
en la gloria contigo y así poder agradecerte
los favores que me concediste
cuando necesité tu amparo y protección.
Así sea.
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