Santa Bárbara bendita,
que con el derramamiento de tu sangre
ofreciste tu castidad y virginidad al Señor,
defiéndeme de las injusticias,
y haz que en mi vida permanezca la verdad.
No permitas que mi nombre
esté en boca de los demás
por comentarios maliciosos,
mentiras ni falsedades,
protege mi integridad,
y con tu afilada espada
corta las malas lenguas
que me quieran difamar.
Fue tan grande tu amor a Dios
que las imposiciones de tu padre
decidiste rechazar
siendo él mismo, el cruel verdugo
que te hizo decapitar.
¿Que pecado cometiste, santa mía,
para ser victima de tal crueldad?
Nunca se vio tal monstruosidad,
pues contra la naturaleza va
que quien la vida te dio,
con tal crueldad, te la quiera quitar,
por no acceder a su capricho,
mártir de Dios te hizo.
Santa Grandiosa de inmenso poder,
guíame por el camino del bien.
Líbrame de la maldad, de la envidia
de los malos ojos, de la difamación,
de las malas artes y desidias,
y con tu espada vencedora,
destruye a mis enemigos
y a quien quiera hacerme mal.
Cuida de mi, santa mía,
Santa Bárbara bendita,
que en cielo estas escrita
con papel y agua bendita.
Lleno tu cáliz de vino
para que nunca este vacío
recíbelo como ofrenda,
manteniendo la fuerza en mi cuerpo
en mi alma y en mi espíritu
para la dura lucha de la vida,
dándome fuerzas y vigor
y mantente siempre presente
en mi hogar y pensamientos.
No me abandones nunca
y acude a mis llamamientos
para defender mi casa, mis amores,
mis luchas, mi vida y los míos.
Amen.
Señor, que diste a santa Bárbara
una increíble fortaleza para soportar
los mayores ultrajes y tormentos
por fidelidad a Ti,
te pido que, como ella,
yo sea fuerte en la adversidad
y humilde en la prosperidad
para poder alcanzar
la eterna bienaventuranza.
Amén
de las malas artes y desidias,
y con tu espada vencedora,
destruye a mis enemigos
y a quien quiera hacerme mal.
Cuida de mi, santa mía,
Santa Bárbara bendita,
que en cielo estas escrita
con papel y agua bendita.
Lleno tu cáliz de vino
para que nunca este vacío
recíbelo como ofrenda,
manteniendo la fuerza en mi cuerpo
en mi alma y en mi espíritu
para la dura lucha de la vida,
dándome fuerzas y vigor
y mantente siempre presente
en mi hogar y pensamientos.
No me abandones nunca
y acude a mis llamamientos
para defender mi casa, mis amores,
mis luchas, mi vida y los míos.
Amen.
Señor, que diste a santa Bárbara
una increíble fortaleza para soportar
los mayores ultrajes y tormentos
por fidelidad a Ti,
te pido que, como ella,
yo sea fuerte en la adversidad
y humilde en la prosperidad
para poder alcanzar
la eterna bienaventuranza.
Amén
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