¡Oh Luz Divina!
¡Oh Lumbre Soberana!
Dulcísima y amorosa Señora
que ardes para encender los corazones
con bondad, amor y compasión.
María Purísima, que nos ofreciste
el grandioso regalo de tu Medalla Milagrosa,
para llevarla como símbolo de fe,
y para beneficio, ayuda y protección
de tus amantes devotos.
Tus bendecidas manos,
nos irradian como soles,
devolviéndonos la salud a raudales,
y la compasión a nuestros helados corazones.
¡Oh Madre de Misericordia!
que con tu amor,
ablandas nuestra dureza,
y con tu ternura das alivio
a nuestras necesidades y penas,
socórreme Madre mía,
y atiende la súplica
que tan humilde te hago:
(Hacer la petición)
Señora Milagrosísima,
no me dejes en el olvido,
y trae de nuevo la calma y la paz a mi vida,
dando cumplimiento a mi petición,
que tu mejor que nadie,
sabes que es de gran importancia para mí.
Y cuando llegue mi hora,
no dejes de venir en mi auxilio,
para que seas tu quién me conduzca
a la presencia de Dios, Señor nuestro,
y seas mi amorosa abogada,
a quien tanto amo,
y en quien tanto espero.
Amén.
Gracias por interceder por mi salud y la de Jade,gracias por interceder por la ayuda que ocupamos...la necesidad es grande por ello anticipadamente humildemente gracias por tu Santa Intercesión.
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