Bendito San Dimas,
que siendo ladrón y malhechor,
por tu fe, Jesús Nuestro Señor,
te perdonó y te llevó con Él al Paraíso:
Tu eres el buen ladrón por tu arrepentimiento,
y ablandas los corazones de los que cometen
el mismo pecado que a ti te llevó a morir crucificado,
a la diestra de Jesucristo.
San Dimas glorioso, intercede por mi,
que he sido victima de un robo,
y estoy profundamente apenado
por que necesito recuperar
los bienes que me han sido sustraídos:
(Decir los bienes que deseas recuperar)
Ablanda, santo mío, el corazón
de quién ha cometido este delito
y haz que me restituya mis bienes,
que son de gran necesidad para mi.
Si lo quiere hacer en secreto,
que así sea,
yo mi parte le perdonaré
si me devuelve lo que me robó,
y pediré por él, a Dios,
para que también obtenga su perdón,
y vuelva al buen camino,
para que como tú, pueda gozar,
del Paraíso junto a Nuestro Señor Jesús.
Buen Ladrón Dimas,
no me dejes en el olvido,
comprende mi desolación y la necesidad
tan grande que tengo de que mis bienes
me sean devueltos con la mayor rapidez
para que todos podamos olvidar
este desagradable e inoportuno suceso
y podamos solucionarlo
con el mínimo perjuicio mutuo.
Buen ladrón, ruega por mi,
y ayúdame a que mis bienes me sean devueltos,
pues es justo y necesario que así sea.
Amén.
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