Mi amado ángel guardián,
querido espíritu protector
que velas por mí incesantemente,
Dios, mi Padre, te encargó esta misión,
ya por el placer de hacer el bien,
ya para progreso y purificación de tu espíritu,
te pido que cuides de mi y salves.
Durante la noche y en mis sueños,
mi espíritu va a encontrarse en lo desconocido,
llévame donde mis seres amados,
amigos o familiares que quieran ayudarme
con sus consejos y lecciones
para resolver los problemas de mi vida.
Sugiere a mi imaginación las revelaciones
que debo poner en práctica mañana.
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