¡Oh, bendito y glorioso Lázaro de Betania,
amparo y sostén de Marta y María.
A ti llamo, amado y siempre vivo
espíritu de gracia,
con la misma fe y amor
que Jesús llamó a la puerta de tu sepulcro
de donde saliste vivo y glorioso,
después de haber estado
por espacio de cuatro días consecutivos
tu cuerpo enterrado,
sin haber dado la más leve señal
de impureza e imperfección.
Así, también, yo os llamo hoy
a la puerta de tu santo espíritu
para que con la misma fe que Dios infunde en ti,
me concedas lo que en esta oración te pido,
que una gran necesidad urgente para mí:
San Lazaro,
ResponderEliminarPor favor ayudame a encontrar trabajo pronto que tengo ya meses buscando.
Gracias,
Claudia